A ver, seamos honestas: ¿cuántas veces te has visto al espejo y has pensado “¿en qué momento se me empezó a caer la cara?”. Y no, no es vanidad. Es una realidad que muchas vivimos. La piel cambia, el colágeno se va… y con él, muchas veces, también se
nos va la seguridad.

La verdad de los bioestimuladores regenerativos

 

Por eso, en el podcast Entre Hermanas, Alessandra Rosaldo y Mariana Sánchez-Williams platicaron con la Dra. Marisol Góngora Sada, cirujana plástica estética y reconstructiva, para entender qué pasa con nuestra piel, cómo cuidarla y qué hay de nuevo en tratamientos como el bioestimulador regenerativo Sculptra, pioneros en la materia y clínicamente
probados.

Marisol explicó que el colágeno, ese “pegamento” que mantiene todo en su lugar, empieza a disminuir cerca de un 1% por año a partir de los 25. Por eso, poco a poco notamos zonas más flojitas, no sólo en la cara (hola, rodillas arrugaditas tipo alfombra mal doblada). Pero ojo, hay factores que aceleran su pérdida sin que te des cuenta:

● Dietas veganas mal planeadas
● Exceso de cardio, como el runners face, ya que empezamos a perder músculo y a la vez, volumen.
● Medicamentos para bajar de peso.
● Estrés, café, cigarro y más.

Y ahí entran los bioestimuladores regenerativos, una alternativa para ayudar a tu cuerpo a producir su propio colágeno. En palabras simples: al inyectar ácido poliláctico, como el de Sculptra, tu organismo reacciona generando defensas (macrófagos) que estimulan naturalmente la producción de colágeno. Sin bisturí, sin drama.

Si te da miedo “meterte cuchillo”, te encantará saber que el procedimiento es sencillo y poco invasivo:

1. Les ponen una anestesia en crema
2. Luego anestesia local
3. Después les hacen un micro hoyito para meter una cánula
4. Y empiezan a aplicar de poco a poco Sculptra

¡Ojo! Desde la primera sesión pueden notar un pequeño cambio, pero es mejor cuando llevan tres sesiones, en el caso de la cara, ya que también pueden usarlo en rodillas, codos, brazos (para el famoso salero), nalgas y más. Lo que Marisol recomendaba es que entre puesta y puesta, deben hacerlo cada mes.

Eso sí: asegúrate de acudir con un especialista certificado y que el producto cuente con sus sellos de fábrica. Lo barato puede salir caro. Así que si quieres recuperar la firmeza, sentirte cómoda con tu piel y hacerlo de forma natural, pregúntale a tu médico por Sculptra y cuál es la dosis ideal para ti.